jueves, 21 de junio de 2012

tuvo como profesor a un diablo bien pirata que le enseñó   que en la vida no siempre es ganar; él lo aprendió, lo masticó y por fin supo llorar [...]
(…) tuvo como profesor a su ángel de la guarda que le enseño que un fracaso no  siempre es perder; él lo aprendió, lo masticó y por fin supo reír...
Y hoy el diablo y aquél ángel ven al pequeño saltamontes, rompen paredes con el bocho una vez más; van a brindar, por lo que fue su    mayor creación de integridad .